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Crónicas de San Pedro Alcántara (II) - T02-P37

Crónicas de San Pedro Alcántara - T02-P37: Una Pompeya española (II), 12 Septiembre 2022

Descripción

Continuamos en este nuevo capítulo con la reproducción del artículo ‘Una Pompeya española’, publicado en la revista ‘Por esos mundos’ en el año 1916 por un casi anónimo C.A.D., en el que, por primera vez, se hablaba sobre los descubrimientos arqueológicos en terrenos pertenecientes a la colonia agrícola de San Pedro Alcántara, a inicios del Siglo XX por el que fuera administrador de la finca, José Martínez Oppelt.

El artículo seguía así:

“Es de esperar de la cultura y del patriotismo del distinguido descubridor de estas ruinas que, apoyado por el consejo de administración de la Sociedad General Azucarera de España, ha de continuar sus exploraciones y extenderlas, seguramente nos proporcione más datos en que fundamentar la hipótesis que nos sugiere la imaginación, sobreexcitada al contemplar aquellos mudos testimonios de un pueblo borrado de la tierra y hasta de la memoria de los hombres, por no se sabe qué causa ignorada y misteriosa.

En el año segundo del reinado de Valento y Valentiniano, al rayar el alba de un 21 de Julio del 365 de nuestra Era, se sintió en las provincias granadinas y otra del imperio, un violento terremoto. «Las olas del Mediterráneo hirvieron como en la más despiadada borrasca…. A muchas varas de distancia de Malaca, Sexi y Abdera quedaron en seco las playas… Retrocedió luego el mar con ímpetu furioso, estrellando a los buques contra los muros de las casas, inundando las aguas todos los pueblos de la ribera, ahogando a multitud de familias».

La noticia de este desastre, que refiere en su Historia de Granada. D. Miguel Lafuente Alcántara, parece confirmar en una lápida con inscripción latina descubierta en Febrero de 1905 al derribar las murallas de la Alcazaba de Málaga, y la circunstancia de no haber entre las monedas descubiertas en estas excavaciones, no obstante su variedad y abundancia, ninguna posterior a la fecha indicada, lo mismo que ha podido observarse en las del Faro de Torrox, en las costas de levante de Málaga, robustece la idea sustentada por los sabios arqueólogos señores Díaz de Escovar, de que todas estas ruinas pertenecen a pueblos que fueron destruidos a consecuencia de esta conmoción geológica.

Tenemos noticias de dos poblaciones de relativa importancia en el período romano, que se hallaban en las costas de poniente, entre Malaca y Calpe, Suel y Barbésola.

El emplazamiento de la primera no ofrece duda; estaba donde hoy se alza la alegre y limpia villa de Fuengirola; el de la segunda, el de Barbésola, es aún dudoso, pues mientras unos pretenden sea Marbella, haciendo inverosímiles suposiciones para relacionar ambos nombres, otros sostienen que la Barbésola romana estuvo donde hoy Manilva, apoyándose en el nombre del vecino río Guadiaro, llamado por los romanos Barbésola.

Ni una ni otra afirmación se basa en datos positivos, ni en documentos comprobados y los hallazgos de la colonia de San Pedro Alcántara indicando la posibilidad de la existencia de un poblado importante en aquel lugar, que por su situación en la playa con un río cercano (río Verde), conviene lo mismo que Marbella ó Manilva a las noticias en que se fundan los que atribuyen a estos pueblos el abolengo romano, inducen a pensar que muy bien pudiera ser la verdadera Barbésola, la ciudad desaparecida por efecto de la terrible catástrofe que hemos recordado, y que hoy resurge para atestiguar de su existencia, al conjuro del culto patriotismo del Sr. Martínez Oppelt.”


Texto del historiador José Luis Casado Bellagarza, adaptado para Radio San Pedro Alcántara, publicado oroginalmente en el Blog rosaverde.com, al cual agradecemos su colaboración. Edición y voz: Manuel Fernández Valdivia.

 

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